La kasa de todas
LA kasa de todas
La gotas caen como luciérnagas en la obscuridad
con su tik, tik, tik, tik... una los escucha atentamente mientras ellas bailan
danzan al son de la música que el viento interpreta
luego, se van rodando cada uno al mar color tierra
... han pasado cinco, diez, veinte minutos y han conluido con esta danza espectacular
ninguno ha visto mejor interpretación que esta
La kasa que ha visto pasar vidas de todos los que llegan a ella
las paredes registraron los años que se fueron y las voces que cesaron
Seguramente a Lucio Cabañas que alguna vez le visitó dejó sus huellas en la puerta
en las paredes... la casa es tan acogedora que quisiera que este momento fuera eterno
el techo de teja añeja, tan añeja como la señorita Lula con sus setenta años
ella que se quedó a vestir santos, y no es porke yo lo diga, ella lo dijo, así es
ella se dedica a hacer vestiditos para los santos, vienen de lejos para encargarle un vestidito del niño de atocha, del niño jesús, nunca está desocupada, eso le ocupa todo el tiempo, no le sobra tiempo para pensar en algo más. Las enormes puertas, todavía conservan sus clavos insertados en la madera que ha aguantado los golpes, de par en par se cierran en la fresca noche y se abren en la tibia mañana
el baño para ducharse, ahí adentro se encierra el pozo, el eco del agua que resbala del cuerpo de quien se baña se escucha en ella, el pozo repite sin dudar el movimiento, el lavadero que en el siglo pasado aguantó la suciedad de los revolucionarios que llegaron a buscar muchachas que les lavara sus trapos
El baño ha sido acondicionado, ahora tiene taza de porcelana, ahí, los dos vecinos se pueden saludar, podrán platicar mientras disfrutan del placer de cagar
para desahogar el cuerpo
mientras el chicozapote sigue anidando a los pájaros que llegan a pedirle posada
el gran mangal, el mayor de todos, impone con sus grandes ramas en el patio y aún hay más... el jardín secreto... ahí donde la señorita Lula recogía en su niñez, en sus años escolares, las guayabas de gran tamaño eran su pasión, las vendía a peso y con ello podía comprar unos caramelos en el mercado del pueblo. En el jardín, los cocos tuercen su cuerpo de un lado a otro, de pronto se les cae por accidente o porque ya no quieren mantener al koko, con su jugosa agua dulce que sacia la sed de los campesinos, bajo los cocos ´se sientan para posar su cuerpo cansado, cansado de labrar bajo el sol, mientras el adinerado desayuna tranquilamente, el pobre campesino debe seguir vendiendo sus tierras para sobrevivir, comprar coca-cola, le han dicho ke puede curar sus males, el doctor del pueblo, el compadre del cacique les ha dado una receta, ve' y comprate una coca-cola en la tienda de mi compadre
así, el koko ya no tiene demanda, ahora ha perdido su prestigio, por eso se tambalea de un lado a otro, ya no sabe que hacer con sus kokos
en el patio de la casona tenemos un guayabal, ella ahora deja caer sus guayabas y nadie las recoge, alguno que otro pasa y las prueba, se llenan de gusanos porque ellos si las quieren, las disfrutan y se pierden en su cuerpo
enfrente, la admira y disfruta de su dulce olor la bugambilia con su enredadera verde
que la viste para que los colibríes llenen sus picos largos con su dulzura
hemos dado la vuelta a la casa, la arena que llena el patio después de la danza de estas bolitas que caen del cielo gris, despues de ellas, queda en su azul klaro que dan ganas de estar allá arriba, volar y sentir su fresco respirar después de haberse desahogado, igual que los que se van a cagar, sólo que el cielo a la tierra deja caer a sus danzantes para darle de comer a los campesinos y campesinas, a todos aquellos que por ella cantan, que por ella danzan, que por ella lloran.
es lindo vivir en esta tierra, amar la vida como ella ama a los que la aman y a los que no también
lo ke más kiero en la vida es seguir disfrutando de estos tiempos, tierras, soles y lunas, gotas gordas y flacas, el soplido del cielo azul, gris, morado o del kolor ke kiera ser, no podemos detener su voluntad, y... también, también al hombre ke más kiero, a él le kiero seguir keriendo.
La gotas caen como luciérnagas en la obscuridad
con su tik, tik, tik, tik... una los escucha atentamente mientras ellas bailan
danzan al son de la música que el viento interpreta
luego, se van rodando cada uno al mar color tierra
... han pasado cinco, diez, veinte minutos y han conluido con esta danza espectacular
ninguno ha visto mejor interpretación que esta
La kasa que ha visto pasar vidas de todos los que llegan a ella
las paredes registraron los años que se fueron y las voces que cesaron
Seguramente a Lucio Cabañas que alguna vez le visitó dejó sus huellas en la puerta
en las paredes... la casa es tan acogedora que quisiera que este momento fuera eterno
el techo de teja añeja, tan añeja como la señorita Lula con sus setenta años
ella que se quedó a vestir santos, y no es porke yo lo diga, ella lo dijo, así es
ella se dedica a hacer vestiditos para los santos, vienen de lejos para encargarle un vestidito del niño de atocha, del niño jesús, nunca está desocupada, eso le ocupa todo el tiempo, no le sobra tiempo para pensar en algo más. Las enormes puertas, todavía conservan sus clavos insertados en la madera que ha aguantado los golpes, de par en par se cierran en la fresca noche y se abren en la tibia mañana
el baño para ducharse, ahí adentro se encierra el pozo, el eco del agua que resbala del cuerpo de quien se baña se escucha en ella, el pozo repite sin dudar el movimiento, el lavadero que en el siglo pasado aguantó la suciedad de los revolucionarios que llegaron a buscar muchachas que les lavara sus trapos
El baño ha sido acondicionado, ahora tiene taza de porcelana, ahí, los dos vecinos se pueden saludar, podrán platicar mientras disfrutan del placer de cagar
para desahogar el cuerpo
mientras el chicozapote sigue anidando a los pájaros que llegan a pedirle posada
el gran mangal, el mayor de todos, impone con sus grandes ramas en el patio y aún hay más... el jardín secreto... ahí donde la señorita Lula recogía en su niñez, en sus años escolares, las guayabas de gran tamaño eran su pasión, las vendía a peso y con ello podía comprar unos caramelos en el mercado del pueblo. En el jardín, los cocos tuercen su cuerpo de un lado a otro, de pronto se les cae por accidente o porque ya no quieren mantener al koko, con su jugosa agua dulce que sacia la sed de los campesinos, bajo los cocos ´se sientan para posar su cuerpo cansado, cansado de labrar bajo el sol, mientras el adinerado desayuna tranquilamente, el pobre campesino debe seguir vendiendo sus tierras para sobrevivir, comprar coca-cola, le han dicho ke puede curar sus males, el doctor del pueblo, el compadre del cacique les ha dado una receta, ve' y comprate una coca-cola en la tienda de mi compadre
así, el koko ya no tiene demanda, ahora ha perdido su prestigio, por eso se tambalea de un lado a otro, ya no sabe que hacer con sus kokos
en el patio de la casona tenemos un guayabal, ella ahora deja caer sus guayabas y nadie las recoge, alguno que otro pasa y las prueba, se llenan de gusanos porque ellos si las quieren, las disfrutan y se pierden en su cuerpo
enfrente, la admira y disfruta de su dulce olor la bugambilia con su enredadera verde
que la viste para que los colibríes llenen sus picos largos con su dulzura
hemos dado la vuelta a la casa, la arena que llena el patio después de la danza de estas bolitas que caen del cielo gris, despues de ellas, queda en su azul klaro que dan ganas de estar allá arriba, volar y sentir su fresco respirar después de haberse desahogado, igual que los que se van a cagar, sólo que el cielo a la tierra deja caer a sus danzantes para darle de comer a los campesinos y campesinas, a todos aquellos que por ella cantan, que por ella danzan, que por ella lloran.
es lindo vivir en esta tierra, amar la vida como ella ama a los que la aman y a los que no también
lo ke más kiero en la vida es seguir disfrutando de estos tiempos, tierras, soles y lunas, gotas gordas y flacas, el soplido del cielo azul, gris, morado o del kolor ke kiera ser, no podemos detener su voluntad, y... también, también al hombre ke más kiero, a él le kiero seguir keriendo.
1 Comentarios:
A la/s 25 de agosto de 2008, 12:45 p.m.,
El Homo Rodans dijo...
OYE Trabajas en la radiofusora Jen poj??? en la jornada está un artículo sobre su aniversario. es de alla de tu pueblo. enhorabuena!!
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